Un proyecto que apuesta por el desarrollo del cacao y el beneficio de quienes lo producen.
Baracoa, primera Villa fundada por los conquistadores españoles en
Cuba, tiene la particularidad de ser el municipio productor del 85 por ciento de todo el cacao que se produce en la Isla, responsabilidad que en la actualidad recae en unos mil 243 campesinos vinculados a diferentes formas productivas.
Al igual que el cocotero, el cultivo del cacao es sustento y forma parte de la cultura e identidad de muchas familias de la región más nororiental de Cuba; y de generación en generación muchos
campesinos mantienen el cuidado de sus plantaciones y la elaboración del gustado chocolate.
En tal sentido, constituye una prioridad impulsar el programa de desarrollo del cacao, por su importancia económica y potencialidades de sus derivados como rubro exportable, y como sustento económico de los productores y sus familias. Aspectos que son premisas del joven proyecto BioCubaCacao.
Dicho proyecto tiene definidas varias acciones encaminadas a la mejora de las condiciones de trabajo y de la calidad de vida de los productores de cacao y sus familias. Algunas de ellas son la ubicación de tiendas de estímulo en moneda nacional destinadas a la compra de insumos para la mejora de los niveles productivos, alimentos, productos de aseo personal, equipos electrodomésticos; la puesta en marcha de un plan de inversión que iniciará con microinversiones, contribución al desarrollo local del territorio con el 1% de los ingresos que se capten como resultado del proceso productivo, entre otras.
Lo anterior fue dado a conocer en días recientes por Matteo Saccani, director ejecutivo de la empresa italo-cubana Hecho en Italia, en diálogo directo con productores de cacao de Baracoa y con autoridades del sector cacaotero del propio municipio, así como de Imías y Maisí. Espacio en el que hombres y mujeres de campo dieron a conocer sus carencias e insatisfacciones, pues en los últimos años han visto afectado el rendimiento de sus tierras debido a la falta de fertilizantes e insumos (machetes, limas, motosierras, tijeras para podar…). No obstante, fueron bien recibidas los nuevos beneficios que les ofrece el proyecto BioCubaCacao que, además, garantiza un sistema de trazabilidad que permite establecer la identidad del producto desde el campo hasta el último actor de la cadena de valor del cacao.
Sin dudas amplias son las perspectivas para el cultivo, desarrollo y producción del cacao y sus derivados, un producto líder que en los últimos tiempos es más demandado en varios países del mundo, lo que se convierte en una excelente oportunidad de crecimiento económico de Guantánamo y, por supuesto, de
Cuba.
Texto y fotos: Oli Barrientos Venereo