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Semilla Tierna

FERMENTACION

Es uno de los procesos de post cosecha que más afecta la calidad de los productos obtenidos del cacao. Durante la fermentación, la pulpa es degradada por la acción de microorganismos, lo que provoca la elevación de temperatura, la producción de etanol, ácido láctico y ácido acético. Este proceso resulta en la formación de precursores de sabor y aroma del chocolate, que se desarrollarán durante el proceso de tostado. Los granos completamente fermentados presentan un color marrón oscuro.

Sin la fermentación, el cacao no desarrolla las características de sabor deseado durante el tostado.
Existen diferentes métodos de fermentación, siendo los más comunes: cajones de madera, rumas o montones y en sacos, ya sea de yute o polipropileno; sin embargo, los mejores resultados en la calidad del producto final se obtienen en cajones de madera.

El número de días de la fermentación no puede generalizarse, depende del material genético, el método de fermentación y la cantidad por fermentar. Por lo general el tipo criollo necesita de 3 a 4 días; el tipo trinitario requiere entre 5 a 6 días y los tipos forasteros necesitan de 5 a 8 días. Es importante también establecer la relación con los otros factores del ambiente que caracteriza cada zona productora.

Un indicador de fermentación satisfactoria es la presencia de un anillo periférico de color pardo, indicativo de que debe iniciarse el tendido del cacao para su secado.
Además, cuando se realiza un corte transversal del grano se observa un agrietamiento característico del grano fermentado y posee un sabor a chocolate.

Limitaciones

POTENCIAL Y LIMITACIONES

La noción de calidad no está directamente vinculada al sabor, sino más bien al estado sanitario (enfermedades, podredumbre…).

Cuando se les pregunta a los agricultores qué potencial ven para la producción de cacao en Cuba y Baracoa, ellos confían en que se pueda aumentar la producción. Añaden que podría hacerse aumentando las superficies cultivadas y también los rendimientos. El aumento de los precios de venta y la planificación/desarrollo de la tierra (por ejemplo, el drenaje) son cosas que mencionaron que ayudarían a lograrlo.

Otra dificultad importante es encontrar la mano de obra necesaria. Falta mano de obra joven y se da un fenómeno de despoblación en algunos lugares. También preocupa el acceso a los suministros (por ejemplo, fertilizantes). Otra preocupación es la frecuencia y el impacto de las manifestaciones climáticas venideras, específicamente los huracanes de gran intensidad.

Para los productores de cacao cubanos existe claramente un potencial de aumento tanto de la superficie de las plantaciones de cacao como de la intensificación (aumento del rendimiento). Si bien los buenos precios son un incentivo para ir en esa dirección, existen algunas limitaciones.

Se ha evocado la falta de material vegetal y/o de rodenticidas. Sin embargo, hay una limitación que parece mayor: la sucesión. No sólo los agricultores hablan de despoblación, sino también de que las generaciones más jóvenes están menos interesadas por este trabajo.

En consecuencia, los cacaoteros no son los únicos que envejecen en las plantaciones. Han acumulado una gran experiencia y sería una verdadera pérdida si no la transmitieran. La evolución de una plantación puede ser lenta, pero su complejidad es grande dada la variedad de plantas que se pueden encontrar en ellas, el conocimiento práctico puede ayudar a afrontarlo.

Sólo se vio un pequeño taller sobre el aprovechamiento de la madera, aunque en todas las parcelas hay árboles que pueden convertirse en madera o leña. Cuando se recogen, las semillas pierden un jugo que se llama «miel de cacao». No se utiliza mucho, pero algunas personas lo fermentan para producir una bebida alcohólica. Estos dos ejemplos anteriores demuestran que se puede dejar de lado cierto potencial.

Información tomada de tesis de maestría “Produccion de cacao en la región de Oriente de Cuba (Baracoa): evaluación, comprensión y potencialidades”. Autor: Onier Toirac Romero. Año 2024. Universidad de Guantánamo. Facultad Agroforestal

Cosecha

COSECHA

Con una sola planta de producción de chocolate en toda Cuba, el hecho de que esté situada en Baracoa convierte a esta ciudad en el corazón del cacao cubano. Todos los productores entregan su producción al mismo sistema de recolección. Los puntos de acopio se sitúan en lugares cercanos a las fincas para compensar las dificultades de transporte y, al mismo tiempo, en lugares de fácil acceso.

La Empresa Agroforestal y Coco recoge todo el producto en esta cadena de valor. En el caso del cacao, el Centro de Gestión realiza los procesos de fermentación y secado para todos los agricultores antes de que la fábrica de chocolate se haga cargo del producto resultante.

La selección de la calidad no se basa en el sabor, sino en el estado visual y sanitario de las semillas de cacao, para lo cual se le realiza la prueba de corte. Los agricultores suelen asegurarse de que lo que envían es de primera calidad y reservan las semillas de menor calidad para su propio consumo.

Baja Calidad Comunidad

EL CACAO EN CUBA

El cacao ha formado parte del paisaje cubano desde hace siglos y como cierta tradición y cultura popular surgió en torno a él. Han surgido numerosas bebidas, marcadas por las distintas oleadas migratorias. Es una forma, como en el caso de las barras de chocolate, de celebrar acontecimientos especiales, así como de comenzar o terminar otro día de trabajo.

Baracoa representa alrededor del 75% de la producción de cacao del país con alrededor de 2 500 personas trabajando para ello en más o menos 4 000 hectáreas. La superficie cultivada de la región es algo inferior a 20 000 hectáreas y la población ligeramente superior a 80 000 habitantes.

El cultivo del cacao se desarrolla principalmente en pequeñas fincas familiares donde se cosechan las mazorcas y se realiza la apertura de estas, comercializando el mucilago a través de la Empresa Agroforestal. Realizando la fermentación y secado en instalaciones de la Empresa.

La cosecha debe ser únicamente de los frutos maduros. Las mazorcas verdes, contienen granos inmaduros que confieren al producto mal sabor y aroma. Para las cosechas deben considerarse la madurez de las mazorcas y la presencia de plagas, enfermedades o animales dañinos. Cuando la cantidad de frutos maduros es abundante y existe problemas de tipo sanitario y de plagas, se debe aumentar la frecuencia de recolección con el fin de evitar pérdidas.

En fincas pequeñas o medianas, la recolección de mazorcas se debe hacer cada dos o tres semanas, con lo cual se evita la sobremaduración de los frutos y el riesgo de pérdidas. Para la recolección debe usarse herramientas adecuadas, siendo la tijera podadora la principal cuyo corte debe hacerse cerca de la mazorca y no sobre el cojín floral, pues también puede dañarlo perjudicando la cosecha futura; cualquier otra herramienta, como el machete, pueden causar heridas al árbol o dañar los granos del fruto. Por ningún motivo se debe arrancar las mazorcas halándolas con la mano, porque desgarra y destruye completamente el cojín floral causando heridas peligrosas al tronco.

Generalmente, las pilas de frutos deberán hacerse en un espacio sin árboles de cacao y en el que se pueda realizar fácilmente la labor del partido de las mazorcas y donde sea posible juntar las cáscaras para su descomposición y posterior utilización en el mismo cultivo, como abono orgánico de muy buena calidad.

Por sus características, demanda mano de obra, que en muchos casos es aportada por la familia, y en algunas oportunidades se contratan trabajadores o mano de obra especializada en labores claves para el desarrollo del cultivo. Esta cualidad hace que sea un importante productor de empleo tanto directo como indirecto; pues se calcula que en la fase de manejo y sostenimiento por cada tres hectáreas de cacao se genera un empleo rural permanente. Por ello, se considera que este cultivo dinamiza la economía de las zonas en las cuales se desarrollan proyectos cacaoteros, los cuales, además, en muchos casos, están ubicados en regiones que presentan diversas problemáticas sociales tales como pobreza, desempleo, violencia, entre otras.

Para el control de malezas, el uso de cubiertas vegetales es uno de los mecanismos más utilizados en agroecología. Es una alternativa sustentable tanto para el control de malezas, la reducción del escurrimiento, evita la erosión, y contribuye al mejoramiento de las características físicas del suelo como: la porosidad, estructura, textura, infiltración de agua en el suelo aumentando el contenido de nitrógeno; químicas como: fósforo, potasio y otros microelemenos; y biológicas del suelo ya que aportan al desarrollo de la microfauna al descomponerse. El control manual es otro de los mecanismos más utilizados por productores para la eliminación de malezas del suelo.

El cacao comienza su producción a partir de tres años y se puede cultivar en cualquier tipo de suelo desde franco arenoso hasta arcillas pesadas y al ser manejado con técnicas agroecológicas protegemos el medio ambiente reducimos la vulnerabilidad y nos adaptamos mejor al cambio climático.

Entre las principales propiedades del cacao, se puede mencionar su propiedad antioxidante, rico en antioxidantes polifenoles. Es beneficioso para el corazón, pues, si se consume a diario y en pequeñas cantidades el chocolate negro, disminuye el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Posee un gran efecto anticancerígeno, estimulador cerebral, antitusígeno y antidiarreico.

La industria del cacao en Cuba posee una amplia posibilidad de desarrollo. Por lo que es necesario continuar fortaleciendo la utilización de tecnologías que se adecuen a la región y que garantice una mejora de los procesos productivos. Esto podría aportar a la mejora de los niveles de producción, incremento de la calidad del producto y acceso a mejores mercados. La realización de investigaciones y capacitación de los diferentes eslabones involucrados en esta cadena productiva promueve el crecimiento del sector cacaotero y del desarrollo de alternativas para la industria. Esto también podría contribuir a la estabilidad económica de los sectores involucrados en la producción, procesamiento y comercialización del cacao.

Los mercados de calidad tienen un interés creciente en encontrar cacao de alta calidad, de sabores y orígenes especiales. La producción cacaotera de Cuba se está convirtiendo en uno de los blancos más importantes para los negocios de exportación. Es una meta del sector cacaotero de Baracoa ser reconocido mundialmente por sus marcadas características de aroma y color sumamente apreciadas en la preparación de chocolates finos, revestimientos y coberturas. Debido al interés mostrado por el mercado internacional, se busca mejorar la producción de cacao, para satisfacer a cabalidad un futuro incremento en la demanda.

BioCubaCacao

HISTORIA

Inicialmente los mayas y los aztecas fueron los primeros en cultivar cacao para su consumo. Comúnmente preparaban una bebida llamada “chocolatl”, que consistía en la mezcla de granos de cacao tostados y Molidos, agua, maíz y ciertas especias. Los aztecas consideraban que esta bebida poseía propiedades afrodisiacas, y se consumía principalmente en ceremonias importantes, como las bodas. Los aztecas tenían la creencia que el árbol de cacao tenía un origen divino.

El cacao fue uno de los primeros cultivos introducidos por los españoles en la isla, en los tiempos iniciales de la colonización; y algunos aseguran que se daba silvestre en nuestras fértiles tierras y, aunque su importancia económica como cultivo comercial, comparado con la caña de azúcar o el tabaco fue menor, el cacao ocupó un lugar principal en la alimentación tradicional en Cuba hasta el siglo XIX durante el cual el chocolate compartió la preferencia con el café, hasta ser desplazado por este y es innegable su importancia en la historia y la cultura nacional.

Puede afirmarse que su introducción se produjo durante la primera mitad del siglo XVI, cuando la incipiente colonia experimentó un breve período de florecimiento que, además de la búsqueda de oro y la explotación ganadera intensiva, incluyó el desarrollo de una diversificada agricultura de subsistencia.

Algunas hipótesis plantean que el cacao fue introducido por los españoles en 1540 desde México, y sembrado por primera vez en la finca “Mi Cuba “en Cabaiguan, en el centro del país (versión repetida por otros especialistas del cacao del Ministerio de la Agricultura); mientras otros apuntan a su
introducción por los franceses en la zona de “Ti Arriba “en Oriente: De las primeras ha sido imposible encontrar evidencias documentales y contra las segundas abundan las referencias en la literatura.

Después de 1959, con el triunfo de la Revolución Cubana, se dio un notable impulso a las exigencias de diversificación agrícola que venían planteándose de siglos anteriores; y el cacao se incluyó en los nuevos planes de desarrollo. Instituciones del gobierno revolucionario se dieron a la tarea de estimular el rescate de plantaciones cacaoteras en la región oriental, con la entrega de posturas, fertilizantes, productos para el tratamiento de enfermedades, etc.

Además, teniendo en cuenta que hasta esa fecha el “desconocimiento de las más elementales prácticas de atención de la planta” y del procesamiento de los frutos había incidido en los bajos rendimientos, se planteó la superación de los trabajadores que enfrentarían los nuevos retos.

Así como se publicaron diversas obras de corte técnico en función de cubrir la necesidad de preparar un personal capaz de llevar a cabo la transformación técnica y social del campo; entre las que se encuentran algunas destinadas a preparar técnicos medio y obreros calificados en el cultivo del cacao.

También desde entonces se ha formado la experimentación, tanto en la obtención de variedades clonales más resistentes a enfermedades de mayor importancia económica que disminuyan las pérdidas de las cosechas y de mayor calidad, como en la esfera del aprovechamiento de otros derivados del cacao.